Sectores castigados por el gobierno de Javier Milei confluyeron en el aniversario de los diez años de Ni Una Menos, en una multitudinaria marcha que marca una unión sin precedentes.
BUENOS AIRES, Argentina. No importa si el Congreso de la Nación está vallado o si la Policía de la Ciudad ocupa discretamente algunas esquinas del otro lado. Este 4 de junio, el grito de Ni Una Menos confluyó con la lucha de jubiladas y jubilados de cada miércoles. Hoy fue un día que no dio lugar a la fragmentación y quizá una piedra angular para la unidad en contra de las políticas de ajuste y represión de Javier Milei.
Aunque los feminismos convocaron a partir de las 16, ya desde el mediodía el colectivo de personas con discapacidad ocupaba parte de la plaza frente al vallado negro del Congreso. La jornada es oportuna, este miércoles se votó en Diputados el proyecto de Ley de emergencia en Discapacidad. Pasadas las 14, un grupo de personas con discapacidad, familiares y trabajadores del sector ocupaban de manera intermitente la calle en Hipólito Irigoyen y Callao.
Mientras el semáforo está en rojo, se paran sobre la línea peatonal, cantan, silban y muestran carteles a los choferes que dicen “Ni un paso atrás, ni un derecho menos” o “Basta de ajustes en discapacidad”.
Una de las que participa del semaforazo es Verónica Donatelli de 25 años. Ella viene desde Munro y es acompañante terapéutica desde 2019. “Es importante que hoy sea también la marcha de NUM, que unamos las luchas, eso es algo que me llega al corazón porque nos está afectando a todos el ajuste del presidente”, asegura.
“Las banderas nunca se bajan”
Mientras se empieza a llenar la Plaza de los Dos Congresos y se levantan banderas en ambos lados, una liturgia tiene lugar en el centro de la explanada. Se escucha a una pastora decir: “Podemos conjugar nuestra fe con la lucha feminista”.
Hay cantos, se comparte pan. Cuando termina, Andrea Bodoira, de 49 años, colaboradora de una capilla en Merlo junto al padre Paco Olveira, cuenta que el momento de la oración durante las movilizaciones comenzó a organizarse hace poco. Pero que desde hace un tiempo más largo la mesa ecuménica acompaña la marcha de cada miércoles de las y los jubilados.
“Nosotras luchamos contra la estructura patriarcal y sus jerarquías, por la igualdad y la liberación, que no se corresponden con una mujer con la cabeza gacha o encorvada. Eso no es lo que Dios quiere para nosotras”, asegura. Cuenta que también participó de la lucha por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, (IVA), y que esa noche, una amiga le señaló su pañuelo verde y le dijo que ya con la ley no hacía falta usarlo. “Le dije que no, que las banderas nunca se bajan, que las luchas nunca se bajan. Estamos en un momento de retroceso, no hay otra que luchar. Y queremos que se sepa que también estamos en este campito de la fe, nos abrazamos y convocamos”, expresa.
“Vengo para que no haya ni una jubilada menos”
Son las 15 horas y la columna de jubiladas y jubilados de cada miércoles irrumpe por Rivadavia en dirección al Congreso. Tienen carteles que reclaman por una jubilación digna y consignas: “Aquí un jubilado en lucha”. Graciela Blanco tiene 69 años, llega desde Libertad y dice que está en la calle porque prefiere la lucha a morir de hambre dentro de su casa. Tiene 6 hijos, 18 nietos y 3 bisnietos que ahora son quienes la ayudan para poder comer. “¿Te digo lo que me alcanza con mi jubilación? Compro los remedios, un kilo de pan, un litro de leche y se acabó. Me mantienen mis hijos, antes era al revés”, dice con tristeza.
Silvia Flores tiene 66 años y se jubiló gracias a la moratoria previsional. Cobra la mínima y los miércoles se acerca al Congreso a reclamar por sus derechos. “La importancia de hoy, de reunir todas las luchas, que son muchas, es que es la primera vez después de tanto tiempo. Es una fuerza única cuando nos juntamos todos porque las causas son justas. Para mí es importantísimo ver toda la compañía que siento en este día. Es fundamental estar en la calle y luchar”, dice.“Hoy vengo también para que no haya ni una jubilada menos”.
Los feminismos trasladaron la fecha histórica de Ni Una Menos al 4 de junio para acompañar a las y los jubilados en la ronda que hacen cada miércoles. Las jubilaciones mínimas -que las cobran mayormente mujeres-, sufrieron una pérdida del 13.3% en el primer trimestre de 2025 respecto al último trimestre del gobierno anterior.
Además, las y los jubilados ven congelado su bono de 70 mil pesos desde marzo de 2024. Si se hubiera actualizado, el próximo mes debería ser de $158.620. A esto se suma que el 23 de marzo pasado finalizó la moratoria, lo que permitía que quienes no tenían 30 años de aportes pudieran acceder a una jubilación mínima. Esto implica que 9 de cada 10 mujeres no podrán acceder a jubilarse con la edad mínima de 60 años. Hoy el Congreso debate el restablecimiento de la moratoria.
La diversidad en las calles
Encolumnadas detrás de la bandera de Las Históricas Argentinas y la columna Antifascista y Antirracista, personas LGBTIQ+ marcharon, al grito de “Ni una Menos, vivas nos queremos”. Erika Moreno, activista trans cordobesa, que vive en Tierra del Fuego, dijo, en diálogo con Presentes: «Es importante visibilizar la lucha colectiva a nivel transfeminista que tenemos en todo el país. Estamos con la reparación histórica para que en algún momento se trate el proyecto de ley para reconocernos y reparar todo el daño que nos han hecho. Seguiremos luchando y venciendo”.
En la misma columna se escuchó el canto “Lo dijo Lohana y Sacayan, al calabozo no volvemos nunca más”. Este año también se cumplieron 10 años del travesticidio de la militante travesti por los derechos humanos, Diana Sacayan.
“Una de las consignas del documento de este Ni una menos es el reclamo por la figura del travesticidio. Hace diez años venimos llevando la lucha no solo por el crimen de Diana, sino también por toda la población trans, travesti y NB”, comentó Say, activista y hermano de Diana.
Denunciar el odio
La movilización se dio luego de un nuevo lesbicidio en Argentina. Este miércoles 3 de junio, Gabriel Fernando Danielo, asesinó a Marcela Heredia, quien era la pareja de su ex novia. El lesbicidio tuvo lugar en la localidad bonaerense de Moreno. Durante la lectura del documento, los feminismos pidieron justicia por Marcela.
Este crimen se da en el marco de un contexto de recrudecimiento en la violencia contra el colectivo LGBT, en especial contra lesbianas. En el año hubo ya cuatro ataques e intentos de ataques a lesbianas en la Argentina. En 14 días, entre el 11 de febrero y el 29 de enero, Mariana Oliver vivió un ataque en su casa en Orán (Salta), una pareja vivió una agresión en la vía pública en CABA, una lesbiana militante fue acechada en La Plata y Orlando Alcides Lutz Fogar incendió el hogar de una pareja de lesbianas en Cañuelas.
Esta marcha también tuvo lugar luego la publicación del DNU 366/2025, que modifica sustancialmente la Ley de Migraciones y restringe derechos de las personas migrantes. “Este DNU 366/25 criminaliza a una población que está corrida del sistema y nos siguen corriendo. “Es hora de que se unan todas las luchas y este es el momento para que tanto los estudiantes, jubilados, discapacitados, personas de la economía popular, personas afrodescendientes, afroargentinos, africanos, las comunidades indígenas estemos presentes junto a las personas migrantes”, expresó la activista antirracista Sandra Chagas.
Diez años de un movimiento potente
Son casi las 16 y la diputada Julia Strada (UP) está sobre avenida Rivadavia, en conversación con militantes sociales. “En este momento se está votando un aumento a la jubilaciones, una recomposición del bono. Más tarde se va a votar la moratoria previsional que sabemos que el gobierno dejó caer deliberadamente y no la quiere reinstalar”, dice a Tiempo.
Strada pondera que la marcha de los 10 años de NUM haya confluido con la movilización de jubiladas y jubilados. “Es triste el momento pero aun así es una lucha en la que confluimos todxs los que la están pasando mal con el ajuste de Milei. Esto significa que hay que frenar a este gobierno y hay que hacerlo en las urnas”, señaló.
En sintonía, la socióloga y legisladora Victoria Freire, dirigenta de Patria Grande, destacó a Agencia Presentes la potencia de la lucha organizada durante estos diez años. “A diez años del primer Ni Una Menos que transformó la escena en nuestro país y el alma general, planteando la violencia de género dentro de la agenda, los contextos han cambiado muchísimo. Podemos también reconocer que en todo este tiempo logramos construir un movimiento muy fuerte. Logró el derecho al aborto, hablar de femicidios, de travesticidios y femicidios. Logró generar redes de organización y hoy tenemos la posibilidad de mirarlas, recuperarlas y saber que tiene sentido estar en la calle”.
Una misma lucha
Elsa Schvartzman tiene 74 años, es de Paraná (Entre Ríos) pero vive en CABA desde hace más de 50 años. Sostiene una de las cañas de la bandera de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, regional CABA.
“Nos pareció acertado que se cambie el día de marcha con Ni Una Menos, unificando y aunando la lucha, porque en este momento la resistencia para poder avanzar es fundamental y la única posibilidad de articular con el pueblo es en la calle, esa es la resistencia activa”, dijo.
Para Schvartzman es conmovedor que la gente ocupe las calles en un contexto difícil, donde juega el miedo a la represión policial. Como jubilada, manifestó que la situación que se vive es dramática. “Es de muchísima vulnerabilidad, las jubilaciones son magras, el costo de la vida aumenta un montón, tampoco hay salud accesible, no hay remedios, ni hospitales, todo está cercenado”, agregó.
Diez reclamos, el inicio de un programa
Las primeras asambleas de este año Ni Una Menos tuvieron un mandato puntual: acompañar a lxs jubilados. Se sintetizó en un giro discursivo que este miércoles 4 de junio se convirtió en un hecho: unir todas las luchas.
Pasadas las 17, Liliana Daunes fue la encargada de leer el documento elaborado en las asambleas de Ni Una Menos que comenzó con reivindicaciones. “Celebramos 10 años de haber salido por primera vez a las calles al grito de Ni Una Menos, contra los femicidios, travesticidios, transfemicidios y transhomicidios”, comienza el texto. “Reivindicamos haber mantenido, ampliado y radicalizado la movilización durante una década, dando cuerpo colectivo a un ciclo de luchas histórico por su masividad y radicalidad”. También celebraron los 20 años de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
“¡A diez años de Ni Una Menos, hoy decimos Fuera Milei!” expresa el texto que también plantea diez reclamos que abarcan desde planteos contra las violencias patriarcales, fascistas y racistas a la denuncia contra el genocidio en Palestina.
Luego de la lectura del documento, todas las personas presentes -estudiantes, feministas, jubiladas, infancias, trabajadores de la salud y de la economía popular, personas con discapacidad- acompañaron a las y los jubilados en su ronda clásica, esta vez, al ser tantxs, sin represión.
De la cobertura colaborativa entre Agencia Presentes y Tiempo Argentino participaron: Aldana Somoza, Clara Pardi, Lucas Gutiérrez, María Eugenia Ludueña, Ana Fornaro, Nadia Díaz y Eugenia Siman.